La trayectoria histórica de la civilización maya
prehispánica se ha dividido en tres grandes períodos:
El preclásico
En el que se estructuran los rasgos que caracterizarán a la cultura maya; la agricultura se convierte en el fundamento económico, surgen las primeras aldeas y centros ceremoniales, y se inician diversas actividades culturales en torno a la religión.
El clásico
Que empieza alrededor del siglo III, constituye una época de florecimiento en todos los órdenes: se da un gran desarrollo en la agricultura, aumento en la tecnología, una intensificación del comercio, y se consolida la jerarquización política, social, sacerdotal y militar. Así mismo se construye grandes centros ceremoniales y ciudades, donde florecen las ciencias, las artes y la historio grafía. Hacia el siglo IX, se presenta un colapso cultural, cuya causa pudo haber sido una crisis económica y, consecuentemente, socio-política. Cesan las actividades políticas y culturales en las grandes ciudades clásicas en el área central, muchas de las cuales son abandonadas, y se inicia el período denominado postclásico.
El postclásico
Iniciado alrededor del siglo X, termina con la conquista española en el siglo XVI. Ella puso fin al proceso cultural mesoamericano, y los mayas quedaron sometidos y marginados en sus propios territorios.
El período preclásico fue una época de crecimiento demográfico paulatino, y de progresiva elaboración de instituciones sociales y políticas para todas las sociedades mesoamericanas. Se observó el surgimiento de sociedades estratificadas a partir del preclásico temprano, en regiones tales como la costa del Pacífico de Guatemala, así como el desarrollo de cacicazgos durante el preclásico medio. Por el contrario, la evidencia disponible para las tierras bajas es menor, y apunta hacia un patrón de desarrollo relativamente tardío en relación con regiones vecinas.
La evidencia disponible indica que las tierras bajas se poblaron más lentamente que muchas otras regiones mesoamericanas. Sin embargo, a partir del preclásico medio se observa un crecimiento rápido de la complejidad social y política. Los hallazgos recientes en el sitio de Nakbé sugieren el surgimiento de cacicazgos a partir del preclásico medio, los cuales contaron con la capacidad de organización y la disponibilidad de mano de obra necesaria para la realización de proyectos de construcción de gran escala.
Los procesos que llevaron al
desarrollo de las sociedades complejas en las tierras bajas mayas no están
claros. Tal tema plantea problemas significativos, considerando las condiciones
ambientales de la región. Del mismo modo, no hay explicaciones definitivas para
el desarrollo de alguno de los centros más importantes de esa región, tales
como el Mirador e incluso Tikal, en localizaciones aparentemente aisladas y
pobres en recursos naturales, en especial el agua. Sin embargo, es evidente que
los habitantes preclásicos de las tierras bajas de Petén supieron aprovechar al
máximo las condiciones ecológicas del territorio que habitaban, los cuales
implican tecnologías agrícolas suficientes para el sostenimiento de poblaciones
crecientes. La búsqueda de explicaciones para estos procesos plantea un reto
significativo para la investigación arqueológica.
Y la azteca
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