Toda la vida de los mayas está inspirada en su religión,
de allí que hasta la organización del estado sea teocrática.
Los mayas rindieron culto a las fuerzas de la
naturaleza, sus principales dioses fueron:
Hunab Ku (el creador), señor de los cielos y dios del día.
Itzamná (hijo de Hunab Ku)
Chac (dios de la lluvia, y fertilidad de la
agricultura)
Ah Puch (dios de la muerte)
Yun Kaax (dios del maíz)
Esto nos muestra que la cultura maya era "Politeísta".
Todas las creaciones mayas están fundamentadas por una concepción religiosa del
mundo, ya que este se concibe de origen divino y perneado por energías sagradas
que determinan todo acontecer. Estas energías son los dioses, que encarnan en
las fuerzas de la naturaleza, como los astros la lluvia y también son energías
de muerte, como los dioses que producen enfermedades y la misma muerte. Pero
esas debilidades también tienen aspectos animales: el Sol se manifiesta a veces
como una guacamayo o un jaguar; la Lluvia, como una serpiente; la Muerte como
un murciélago o un búho.
En las artes
plásticas se representa como seres fantásticos, mezcla, de varios animales y
conformas humanas que llevan un atributo animal y vegetal, como ojos de serpiente,
garras, colmillos y hojas saliendo de su frente.
El universo está constituido por tres grandes
planos horizontales: el cielo, la tierra y el inframundo. En el cielo, dividido
en trece estratos o niveles, reciben los astros, que son dioses, como la luna
(Ixchel) y Venus (Nohok Ek). El espacio celeste está representado por una
deidad llamada Itzamná, "el dragón", que se representa como una
serpiente emplumada de dos cabezas o un dragón (mezcla de serpiente, ave,
lagarto y venado). Este dios, que es el supremo de la religión maya simboliza
la energía fecundante del cosmos, que infunde vida a todo el universo.
La tierra, es una plancha plana que flota sobre
el agua; pero también se concibe como un gran cocodrilo o lagarto, en cuyo
dorso crece la vegetación. Los mayas yucatecos la llamaron Chac Mumul Aín,
"gran cocodrilo lodoso".